HOLGUÍN, Cuba.- Nueve de la noche y jóvenes
muchachas, con ropas provocativas y ceñidas a su cuerpo, comienzan a llegar al sitio donde converge el
Boulevard con la calle Aguilera, esquina de la ciudad de Holguín que a partir
de esa hora cobra vida.
El sitio ha sido bautizado como El Chupi, pero nadie sabe quién ni por
qué lo nombraron así. Algunos relacionan la palabra con las propuestas sexuales
que se brindan allí cada noche.
El reloj de la iglesia San José
marca las once y comienza a llegar grupos que exhibe más belleza en su rostro y
en su cuerpo, vestido con ropas de marcas reconocidas.
Estas son las que cobran diez CUC por un “rato de placer”, aunque
algunas más jóvenes y con rostros casi de niñas, piden hasta 20 CUC.
A pocos metros se observa a grupo de muchachos, que son los
encargados de brindar protección y de avisar en el caso de acercarse la
policía.
Muchas intentaron dejar el oficio, pero han tenido que volver ante la
imposibilidad de encontrar un trabajo decoroso que les permita sortear las carencias y el alto costo de la vida.
El fenómeno ha tenido connotación social y ha obligado a las
autoridades a reconocer el aumento de la práctica de esta actividad en Holguín (Cubanet)
HOLGUÍN, Cuba.- Nueve de la noche y jóvenes muchachas, con ropas provocativas y ceñidas a su cuerpo, comienzan a llegar al sitio donde converge el Boulevard con la calle Aguilera, esquina de la ciudad de Holguín que a partir de esa hora cobra vida.