Existen algunas personas que juegan a pervertir, en ciertos
sitios, el orden habitual de sus habitantes. En algunas ocasiones, el resultado
posee algo de esperanzador, mucho más si esos juegos incorporan elementos
novedosos o pícaros que acaban por conseguir que el personal, monótono ya de
todo, despierte nuevamente la curiosidad por sí mismo. Luego de un año entero
de trabajo y compromisos de todo tipo, podemos regalarnos unos días inolvidables
en algún sitio, sobre todo si está alejado o aislado que suelen ser hermosos y
sorprendentes. Y en los que la ropa no es del todo necesaria. Leer...