(Imagen: Captura vídeo) Momento en que Antonella era atendida. |
El día de la cesaría, Antonella decidió salir a cobrar
una plata que le debían. En el camino de regreso, varios hombres la raptaron en
una camioneta con vidrios polarizados, fue drogada y no supo más hasta que
despertó en la noche en un supermercado donde la abandonaron.
Fue la historia que contó en el hospital Niño Jesús, de
Barranquilla al mejor estilo de Andrzej Sapkowski (escritor polaco de fantasía),
los familiares la habían llevado al darse cuenta de que el bebé ya no existía.
La ex embarazada contó que le practicaron una cesárea clandestina para robar al
niño y vender sus órganos en el mercado negro, relata el heraldo.
El Hospital dio aviso a la Policía y al llegar los agentes
del Gaula investigaron lo sucedido. Al poco tiempo las autoridades empezaron a
sospechar que algo no estaba bien en la historia de Antonella.
Ella no aceptaba ser atendida por los médicos.
Finalmente, por la presión de la Policía, la colaboración de su esposo y familia,
le realizaron análisis de sangre que demostró que no había estado embarazada.
Luego de una revisión se demostró que no existía herida de cesaría, ni droga en su sangre.
Ella fiel a su historia insistía que estuvo embarazada,
pero “el ginecólogo confirmó que nunca estuvo embarazada”, dijo la suegra de
Antonella, además aseguró que su hijo no acompañó a la mujer a los controles médicos
ella lo hacía esperar en la entrada de la clínica.
De la mujer se desconoce su paradero, el comandante de la
Policía, general Mariano, afirmó al medio local que Antonella deberá rendir
declaración ante la Fiscalía.