Una buena variante son los juegos bajo las sábanas, sobre
todo si uno de los dos es muy tímido(a). Contribuye a impulsar la imaginación,
para llegar a una intimidad mucho más placentera. A continuación alguna sugerencias:
1. Para comenzar, van a la cama vestidos con pijama o su
ropa normal. El juego consistirá de adivinar lo que la otra persona se quita debajo
de las sábanas. Si adivina cada uno, le pide al otro cómo debe quitársela, pero
si se equivoca, debe quitarse lo que la otra persona le pida.
2. Estando ambos desnudos bajo la oscuridad de las
sábanas, inicia el sexy juego de las caricias. Juntos recostado, uno al lado
del otro, consiste en intentar acariciar a la pareja sin usar las manos.
Cualquier rose de alguna parte del cuerpo serán el
vehículo de la excitación, cuya guía sólo puede ser el cambio de respiración de
la otra persona, o un gemido de variada intensidad, según resulte la caricia.
3. Si el clima se ha elevado y están deseando seguir la
fantasía, uno de los dos debe acostarse, mientras que su pareja le tapa con una
sábana de seda o satín el objetivo es que sea muy suave.
La plan es hacerle sentir las caricias y besos mediante
la suave textura de la sábana, lo cual puede resultar muy excitante al sentirse
la otra persona fuera de control y estimulada. Este juego avivara sus sentidos.
4. A llegado momento de experimental algo nuevo, pero muy
intenso. Hacer el amor con un extraño. Uno de los dos estará cubierto con la
sábana, sin embargo ésta debe tener ciertos orificios según sus zonas erógenas
o genitales.
La idea es hacerle sentir, sin que vea, sin que sepa
quién eres, sin que pueda hacer otra cosa más que entregarse al placer que “el
otro” desee brindarle u ordene. Ideal para culminar la relación.
Para los hombres, el estímulo de los juegos sexuales les
permite una erección de calidad y gran satisfacción, ya que su origen o causa
es 90% mental, de acuerdo con educasexo.com
A las mujeres, la combinación de estímulos físicos y
psíquicos que se dan en estos juegos sexuales, consiguen que su vagina se
dilate y, por tanto, que comience a lubricar. Además de que se trabaja el punto
mental y el poder de los deseos más íntimos. Factor fundamental para el éxtasis,
alcanzando el máximo placer.